El presidente de la UFC, Dana White, no se mordió la lengua al arremeter contra el arbitraje y la puntuación de los jueces en UFC 307, calificándolos de “atroces”. En una noche llena de decisiones controvertidas y situaciones polémicas, White expresó su frustración con la manera en que se desarrolló el evento, comparándolo con una “pelea de boxeo amateur en Irlanda”.

El primer gran tema que levantó cejas fue la puntuación de los jueces en el evento co-principal, que vio a Julianna Pena vencer a Raquel Pennington por decisión dividida. Según White, la mayoría de los aficionados, incluido el equipo de comentaristas, tenían la pelea empatada 2-2 antes del quinto asalto. Parecía que Pennington había ganado el round final, pero los jueces dieron la victoria a Pena.
Cuando se le preguntó a White sobre las tarjetas de puntuación, respondió sin rodeos: “Pensé que el juicio esta noche fue atroz. Se sentía como si estuviera en una pelea de boxeo en Irlanda… lo dejaré ahí. Atroz”.
El segundo incidente que levantó críticas ocurrió durante el combate preliminar entre Cesar Almeida e Ihor Potieria. Almeida fue responsable de hasta cinco golpes bajos y piquetes de ojos, pero sorprendentemente, no recibió ni una sola advertencia del árbitro.
“Me perdí esa [pelea]”, admitió White, antes de compartir que el Ejecutivo de UFC, Marc Ratner, intervino de inmediato y comentó: “Eso no volverá a suceder esta noche”, en referencia al desempeño del árbitro Dave Seljestad, quien no participaría en peleas futuras esa noche.
La mayor controversia de la noche involucró la pelea de peso gallo entre Mario Bautista y José Aldo. Bautista continuamente intentaba derribar a Aldo, pero pasó gran parte de la pelea reteniéndolo contra la jaula sin lanzar golpes significativos. Este enfoque generó malestar entre los fanáticos, quienes sintieron que Bautista no intentaba pelear realmente, sino que solo buscaba pasar el tiempo.
White no dudó en expresar su indignación sobre esta situación. “Siempre pienso que los árbitros deberían ser más activos al respecto, especialmente cuando alguien sigue haciéndolo para detener el combate”, afirmó. “Si no intentas pelear, ¿cómo ganas la pelea? Esto fue una locura”.
White continuó su arremetida diciendo que hay una clara diferencia entre el grappling ofensivo y simplemente perder tiempo. “Cuando puedes ver que un tipo claramente no quiere pelear de pie y solo quiere detenerse contra la jaula, es el trabajo del árbitro intervenir. Si sigue sucediendo y el tipo no intenta ganar la pelea, entonces debes separarlos”.
Este tipo de incidentes ha provocado un debate en la comunidad de MMA sobre la necesidad de mejorar las reglas y hacer que los árbitros sean más proactivos en situaciones donde los peleadores parecen estar retrasando intencionalmente el combate. De hecho, el excampeón Conor McGregor sugirió en las redes sociales que la UFC podría implementar un cronómetro para evitar que los luchadores se detengan contra la jaula.
El UFC 307 será recordado no solo por las peleas intensas, sino también por las controversias en torno al arbitraje y las decisiones de los jueces. Dana White ha dejado claro que no tolerará este tipo de situaciones en el futuro y que se tomarán medidas para mejorar la calidad del arbitraje en los próximos eventos. La comunidad de MMA espera que estos cambios ayuden a evitar que situaciones como las vividas en UFC 307 se repitan, preservando la integridad y competitividad del deporte.