El magnate de la tecnología, Elon Musk, vuelve a estar en el centro de la controversia tras anunciar su supuesto plan de comprar la cadena de noticias MSNBC. En una declaración explosiva que ha sacudido las redes sociales, Musk afirmó que, de concretarse la adquisición, su primera acción sería despedir a la periodista Joy Reid, a quien culpa de fomentar un discurso divisivo y “tóxico”.

La noticia, que se ha viralizado en plataformas como X (anteriormente Twitter), ha provocado intensos debates entre seguidores y detractores del multimillonario. Musk, conocido por su estilo directo y sin filtros, publicó un mensaje en el que insinuaba que MSNBC había perdido credibilidad y que la “limpieza” de ciertos rostros mediáticos sería esencial para recuperar la confianza del público.
“Los medios deben informar, no dividir. La toxicidad de ciertos presentadores está alejando a la audiencia. Es hora de un cambio”, escribió Musk en X, sin mencionar directamente a Reid, aunque muchos interpretaron que se refería a ella.
Ante la oleada de reacciones, Joy Reid no se quedó callada y respondió de manera contundente en su programa, acusando a Musk de intentar silenciar voces críticas. “Si este multimillonario cree que puede comprar los medios para moldear la narrativa a su antojo, está muy equivocado. La prensa libre no está a la venta”, declaró la periodista, generando aplausos entre sus seguidores.
La postura de Reid ha sido respaldada por varios colegas y figuras públicas que ven en el supuesto plan de Musk una amenaza a la independencia periodística. Sin embargo, también ha recibido críticas de quienes creen que los medios tradicionales necesitan una transformación profunda.
A pesar del revuelo mediático, aún no hay confirmación de que Musk esté en negociaciones formales para adquirir MSNBC. La cadena pertenece a Comcast, una de las corporaciones de medios más poderosas del mundo, lo que haría que una compra fuera un proceso complejo y altamente regulado.
Expertos en negocios mediáticos se muestran escépticos sobre la posibilidad de que Comcast esté dispuesta a vender la cadena. “Musk puede tener el dinero, pero eso no significa que una compra así de fácil. Hay intereses políticos y empresariales en juego”, comentó un analista.
No es la primera vez que Musk muestra interés en influir en la narrativa mediática. Tras la adquisición de Twitter en 2022, ha buscado posicionarse como un defensor de la “libertad de expresión” y ha sido un crítico feroz de lo que llama “la agenda de los medios tradicionales”. Su estrategia parece apuntar a reconfigurar la información que llega al público, ya sea mediante plataformas digitales o ahora, potencialmente, con cadenas de televisión.
Lo que es indiscutible es que Musk ha logrado, una vez más, captar la atención global y generar un debate encendido sobre el futuro de los medios de comunicación. ¿Será este el inicio de una nueva era en el periodismo o simplemente otro episodio en la polémica historia del empresario? El tiempo lo dirá.