“FIN DE UNA ERA”: Mayweather pierde su invicto tras un impresionante nocaut en el octavo asalto por parte de John Gotti III. Se desata el caos y se pierden 135 millones de dólares.
En un giro inesperado, la legendaria racha invicta de Floyd Mayweather llegó a un final sorprendente a manos de John Gotti III. El nocaut en el octavo asalto propinado por el luchador de MMA convertido en boxeador no solo dejó en la lona al excampeón, sino que también conmocionó al mundo del boxeo, tanto emocional como económicamente.
La pelea de exhibición, que muchos habían descartado como una simple ganancia para Mayweather, se convirtió en un desastre total cuando Gotti III conectó un derechazo demoledor que derribó al ícono de 50-0 a la lona. A pesar del intento de Mayweather de levantarse, el árbitro lo detuvo, declarando la victoria por nocaut para Gotti.
Lo que siguió fue un caos absoluto.
Los aficionados en la arena estallaron. La emoción se desbordó cuando miembros de ambas comitivas se enfrentaron en el ringside, obligando a la seguridad a intervenir. Varias fuentes informan que se produjo una pelea entre bastidores poco después del combate, con rumores de lesiones y arrestos, pero aún no confirmados.
Pero el caos no se limitó al ring.
Con el récord previamente inquebrantable de 50-0 de Mayweather ahora destrozado, las repercusiones financieras fueron inmediatas. Las primeras estimaciones sugieren que los patrocinadores, las casas de apuestas y los inversores afiliados perdieron colectivamente más de 135 millones de dólares a las pocas horas de concluir la pelea.
“Se suponía que esta sería otra victoria fácil”, dijo un apostador de Las Vegas. “Nadie creía que Gotti se acercara siquiera. Esta sorpresa ha cambiado por completo el guion”.
Mayweather aún no ha emitido ninguna declaración pública, pero fuentes cercanas lo describen como “atónito y silencioso”. Gotti III, por su parte, celebró con entusiasmo, calificando la victoria como “el momento para el que nací”.
La derrota no solo pone fin a una era, sino que pone en duda si Mayweather volverá a subirse al ring. A los 48 años y sin estar invicto, su aura de invencibilidad se ha desvanecido.
El rey ha caído y el boxeo nunca volverá a ser el mismo.