Una encuesta revela un preocupante giro en la percepción de los clientes de Tesla en Canadá: las opiniones y actitudes de Elon Musk estarían alejando a su base más fiel.

En un giro inesperado que sacude el mercado de vehículos eléctricos, una reciente encuesta muestra que casi el 90% de los propietarios de Tesla en Canadá están considerando vender sus autos. El motivo no es la calidad del producto ni la competencia de otras marcas, sino algo mucho más personal: las continuas controversias protagonizadas por Elon Musk.
El fundador y CEO de Tesla, que también lidera empresas como SpaceX y X (antes Twitter), ha sido en los últimos años una figura polarizadora. Sus opiniones sobre política, redes sociales, vacunas, inteligencia artificial y hasta geopolítica han generado oleadas de reacciones en todo el mundo. Pero ahora, esa presencia mediática parece estar pasando factura a su empresa insignia.

La encuesta, realizada por la firma canadiense AutoTrends Insight entre más de 2.000 propietarios de Tesla, reveló un dato demoledor: el 87% de los encuestados afirmó estar considerando vender su Tesla o no volver a comprar otro modelo de la marca. Entre los principales motivos citados, no figuraban fallos técnicos ni problemas con el servicio, sino “incomodidad con la imagen pública de Elon Musk”.
“Compré mi Model 3 porque creía en un futuro sostenible”, comenta Jessica L., de Toronto, una de las participantes. “Pero ahora, cada vez que Musk dice algo polémico en X, siento que mi coche representa algo con lo que no quiero estar asociada”.
Este fenómeno no es aislado. En redes sociales como Reddit y Facebook, comunidades de propietarios de Tesla han comenzado a debatir abiertamente sobre la “disonancia moral” que sienten al seguir conduciendo un vehículo que ahora muchos vinculan con posturas políticas extremas o discursos divisivos.
Durante años, Elon Musk fue visto como un visionario: un emprendedor disruptivo que impulsó la transición hacia la movilidad eléctrica. Sin embargo, desde que adquirió Twitter (rebautizado como X) y adoptó una postura cada vez más provocadora en asuntos sociales y políticos, su imagen pública ha sufrido un desgaste notable.
En Canadá, un país conocido por sus valores progresistas y enfoque moderado en política, esta transformación de Musk no ha caído bien. “La gente aquí valora la responsabilidad social corporativa. Y cuando el rostro de la marca se convierte en una fuente constante de controversia, eso afecta la percepción del producto”, explica Sandra Gómez, analista de reputación de marca.
Mientras Tesla enfrenta este descontento, marcas como Hyundai, Ford, Volkswagen y BYD están ganando terreno rápidamente en el mercado canadiense de vehículos eléctricos. Estos fabricantes no sólo ofrecen alternativas competitivas en cuanto a autonomía y precio, sino que también tienen la ventaja de no estar vinculados a figuras polarizadoras.
“Hay muchas personas que quieren un auto eléctrico, pero no quieren comprarle a Elon Musk”, afirma David Cho, consultor de tendencias automotrices en Vancouver. “El mercado está maduro, y la lealtad a Tesla ya no es lo que era en 2018 o 2019”.
Frente a este panorama, la gran incógnita es si Tesla tomará medidas para reconectar con sus usuarios más críticos. Algunos expertos sugieren que la empresa debería considerar una separación más clara entre la marca y las opiniones personales de su CEO.
Otros, sin embargo, dudan que Musk esté dispuesto a dar un paso atrás. “Elon es Tesla. Es parte de su identidad. Pero eso también es un arma de doble filo”, afirma Gómez.
Lo cierto es que, mientras tanto, la percepción pública se convierte en un nuevo campo de batalla para la industria automotriz, donde la innovación ya no es suficiente: también se exige responsabilidad, empatía y alineación con los valores del consumidor.
La advertencia desde el norte es clara: ni siquiera una marca revolucionaria como Tesla está a salvo del juicio del consumidor moderno. Si no se gestiona adecuadamente la imagen y la comunicación corporativa, incluso los pioneros pueden verse superados por su propia sombra.