La comunidad mundial del boxeo aún se está recuperando de una de las mayores sorpresas en la historia de este deporte: Canelo Álvarez, el “Rey Invicto” de la división de peso súper mediano, fue noqueado por William Scull en un combate en el T-Mobile Arena, Las Vegas, el 15 de abril de 2025. Después de 20 minutos de intensa pelea, Scull hizo lo impensable cuando conectó un preciso gancho de derecha al rostro de Canelo en la séptima ronda, enviando a la leyenda mexicana rodando hacia atrás, frente a más de 20,000 espectadores salvajemente vitoreados.
La pelea comenzó con Canelo liderando, quien usó su vasta experiencia y sus característicos golpes al cuerpo para hostigar a Scull durante los primeros cuatro asaltos. Canelo, con un récord de 61-2-2 (39 KOs) al llegar a la pelea, parecía controlar por completo el ritmo, lo que llevó a muchos a creer que Scull, aunque invicto con 22-0 (10 KOs), pronto caería. Sin embargo, las cosas cambiaron en el quinto asalto cuando Scull comenzó a acelerar el ritmo, usando su velocidad y golpes para debilitar la defensa de Canelo. En el séptimo asalto, una combinación perfecta, un jab de izquierda que entró, seguido de un potente gancho de derecha, envió a Canelo a la lona por primera vez en su carrera en más de una década.
El público del T-Mobile Arena enloqueció, poniéndose de pie y vitoreando mientras un maltrecho Canelo intentaba levantarse, pero no pudo antes de que el árbitro contara hasta 10. La pelea terminó en el minuto 20, marcando la primera derrota de Canelo ante Canelo Álvarez y la mayor victoria de William Scull. “¡Les dije a todos que sorprendería al mundo! ¡Canelo es una leyenda, pero esta noche, yo soy el rey!”, gritó Scull en la entrevista posterior a la pelea, alzando el cinturón de la FIB y arrebatándole a Canelo los cinturones de la AMB, el CMB, la OMB y el ring.
Las reacciones en X estallaron con las etiquetas #canelovsscull y #boxingupset, pues los aficionados no podían creer lo que les estaba sucediendo. Algunos aclamaron a Scull como el nuevo “disruptor” del boxeo, mientras que otros dijeron que Canelo ya había pasado su mejor momento, con comentarios como: “¡Canelo es demasiado lento, ya no es el rey!”. El promotor de Canelo, Eddie Hearn, se mostró decepcionado, pero aun así defendió a su púgil: “Canelo tuvo un mal día, pero volverá con más fuerza”. Mientras tanto, el agente de Scull, Frank Warren, declaró: “William ha reescrito la historia. ¡Este es el comienzo de una nueva era!”.
Canelo, en la entrevista posterior a la pelea, admitió la derrota, pero no olvidó lanzar un desafío: “Respeto a William, me ganó esta noche. ¡Pero regresaré y tomaré mis cinturones!”. La pelea no solo sacudió al mundo del boxeo, sino que también abrió la puerta a una posible revancha, con millones de fanáticos clamando por la venganza de Canelo en México a finales de 2025. ¿Podrá Canelo recuperar su gloria o Scull seguirá dominando la división de peso supermediano? La respuesta está por verse, pero una cosa es segura: la noche del 15 de abril de 2025 será recordada para siempre como el día del boxeo que presenció “la mayor sorpresa de la historia”.