En una conmovedora muestra de filantropía, la leyenda del tenis Roger Federer llegó personalmente a un centro comunitario en Johannesburgo, Sudáfrica, para anunciar una donación de $300,000 e impulsar la construcción de hogares benéficos para niños negros desfavorecidos. El gesto del 20 veces campeón de Grand Slam, celebrado como un rayo de esperanza, fue recibido con gran entusiasmo, hasta que una noticia impactante de la Federación Internacional de Tenis (ITF) al día siguiente dejó atónitos a los aficionados, a los medios de comunicación y al propio Federer. La impactante noticia de la ITF, sumada a la enigmática revelación del propio Federer, ha generado intensa especulación y debate, colocando al ícono del tenis en un lugar deslumbrante.
La visita de Federer a Johannesburgo, el 29 de abril de 2025 , fue una lección magistral de humildad e impacto. En colaboración con su Fundación Roger Federer, establecida en 2003, Federer anunció una donación de 300.000 dólares para financiar iniciativas de educación y vivienda para niños negros desfavorecidos en los municipios de Sudáfrica. Los fondos apoyarán la construcción de 50 viviendas benéficas, equipadas con energía solar y centros de aprendizaje comunitarios, con el objetivo de romper el ciclo de la pobreza. “Estos niños merecen la oportunidad de soñar en grande, como yo lo hice”, dijo Federer, visiblemente emocionado al reunirse con familias locales.
El evento, al que asistieron líderes comunitarios y medios de comunicación internacionales, mostró el enfoque práctico de Federer. Se puso manos a la obra colocando ladrillos junto a voluntarios, un momento que se viralizó en X con hashtags como #FedererGivesBack, tendencia mundial. La residente local Thandi Mokoena declaró entre lágrimas a la prensa: «No solo está donando dinero; nos está dando esperanza». La iniciativa se alinea con la fundación de Federer, que ha recaudado más de 90 millones de dólares para la educación en África desde su creación, beneficiando a 2,5 millones de niños.
La euforia duró poco. El 30 de abril de 2025 , la ITF emitió un comunicado que conmocionó al mundo del tenis. En un comunicado de prensa críptico, la organización reveló que Federer había sido mencionado en una investigación en curso sobre “irregularidades financieras” relacionadas con un evento benéfico mundial de tenis que él promovió en 2024. Si bien la ITF no acusó directamente a Federer, la implicación era clara: su reputación como embajador de oro del tenis estaba bajo escrutinio. El comunicado citó “preocupaciones planteadas por auditores externos”, pero no ofreció detalles, lo que alimentó la especulación desenfrenada.
El momento no pudo haber sido peor, justo un día después de la celebrada donación de Federer. Las publicaciones en X estallaron, con algunos aficionados defendiendo la integridad de Federer — “¡Esto es una campaña de desprestigio!” — mientras que otros cuestionaron los motivos de la ITF. “¿Por qué dejar esto ahora? Parece que están atacando a Roger”, publicó un usuario. La falta de transparencia de la ITF, sumada a la destacada labor benéfica de Federer, dio lugar a teorías que abarcaban desde maniobras políticas dentro de la gobernanza del tenis hasta un intento deliberado de manchar su legado.
Federer, conocido por su serenidad, respondió con una inusual declaración pública que solo agravó el misterio. En una conferencia de prensa organizada apresuradamente en Zúrich, dijo: «Siempre he actuado con integridad, pero a veces la verdad tarda en salir a la luz. No soy lo que creen y lo demostraré». Sus palabras, en particular la frase «No soy lo que creen», provocaron interpretaciones descabelladas. ¿Estaba Federer insinuando un malentendido, una traición o algo más personal? Su negativa a dar más detalles dejó a los periodistas a la espera de respuestas.
Fuentes cercanas sugieren que el anuncio de la ITF tomó por sorpresa a Federer. Una fuente cercana al entorno de Federer declaró a Reuters: «Roger estaba furioso. Considera que esto es una traición tras décadas de promoción del tenis a nivel mundial». Algunos especulan que la investigación podría estar relacionada con un partido benéfico de 2024 en Dubái, que recaudó 10 millones de dólares, pero que, según se informa, fue objeto de escrutinio por la asignación de fondos. No hay pruebas que vinculen directamente a Federer con irregularidades, pero la asociación por sí sola ha ensombrecido su triunfo en Johannesburgo.
La controversia llega en un momento delicado para Federer, quien se retiró en 2022, pero sigue siendo la figura más influyente del tenis. Sus negocios, incluyendo un acuerdo de mil millones de dólares con On Running y un documental que se estrenará en 2024, lo han mantenido en el ojo público. Sin embargo, las tensiones recientes, incluyendo una supuesta disputa con el entorno de Novak Djokovic por los comentarios del padre de Federer, sugieren que no todo es armonía en la élite del tenis.
La iniciativa de Johannesburgo pretendía consolidar el legado de Federer como humanitario global, pero las vagas acusaciones de la ITF amenazan con eclipsarlo. Los críticos argumentan que el momento —inmediatamente después de una donación de alto perfil— sugiere una agenda, posiblemente vinculada a la política interna de la ITF o a la envidia por la condición de intocable de Federer. Sus partidarios, por su parte, señalan la transparencia financiera de su fundación, auditada anualmente, como prueba de su inocencia.
Mientras Federer se prepara para responder a las acusaciones, el mundo del tenis está dividido. ¿Será un escándalo pasajero o una mancha en su legado? La ITF ha prometido un informe completo para junio de 2025, pero hasta entonces, reinará la especulación. Por ahora, el trabajo de Federer en Johannesburgo continúa, y se prevé que las primeras casas benéficas se concluyan en diciembre. “No permitiré que esto nos distraiga del futuro de los niños”, prometió.
Esta saga, que mezcla filantropía, escándalo y misterio, ha cautivado a los aficionados como pocas historias de tenis antes. Ya sea que Federer salga ileso o se enfrente a un escrutinio más profundo, una cosa está clara: el hombre que una vez dominó las canchas ahora libra un partido diferente, uno donde lo que está en juego son su reputación y los sueños de aquellos a quienes ha prometido apoyar.