Flavio Briatore, el carismático y controvertido asesor ejecutivo de Alpine, ha vuelto a encender las especulaciones sobre el futuro del joven piloto argentino Franco Colapinto en la Fórmula 1. Con su historial de transformar equipos y descubrir talentos como Michael Schumacher y Fernando Alonso, Briatore parece tener un plan claro para el pilarense de 21 años, aunque su camino hacia una butaca titular en Alpine está lleno de intriga y desafíos. La escudería francesa, que busca recuperar su gloria perdida, ha depositado grandes expectativas en Colapinto, pero las decisiones estratégicas y las tensiones internas mantienen en vilo a los aficionados.

Colapinto irrumpió en la Fórmula 1 en 2024 con Williams, donde sorprendió al sumar cinco puntos en nueve carreras. Su talento, carisma y la fiebre que desató en Argentina lo convirtieron en un activo valioso, no solo por su velocidad, sino también por su potencial de marketing. Briatore, conocido por su olfato para los negocios, vio en él una oportunidad única. “Franco es un piloto muy, muy bueno. Luchamos por tenerlo en el equipo y para el futuro es uno de los valores más importantes para nosotros”, afirmó el italiano en un evento en Londres. Estas palabras, combinadas con su decisión de pagar 20 millones de dólares para asegurarlo por cinco años, reflejan la confianza en el argentino como una pieza clave para Alpine.

Sin embargo, el panorama no es tan sencillo. Alpine comenzó la temporada 2025 con Pierre Gasly y Jack Doohan como pilotos titulares, relegando a Colapinto al rol de reserva. La presión sobre Doohan, cuyo rendimiento ha sido decepcionante, ha alimentado rumores de un reemplazo inminente. Según fuentes, Briatore evaluó el desempeño del australiano en las primeras carreras y decidió darle a Colapinto una oportunidad como titular a partir del Gran Premio de Imola, programado para mayo de 2025. Este contrato inicial cubre cinco carreras, hasta el Gran Premio de Austria, pero su continuidad dependerá de los resultados. “Si un piloto no avanza, lo cambio. No puedes ser emocional en la F1”, advirtió Briatore, dejando claro que no dudará en tomar decisiones drásticas.

La apuesta por Colapinto también responde a la crisis de Alpine, que marcha penúltima en el campeonato de constructores con solo siete puntos. La escudería, que históricamente brilló bajo los nombres de Benetton y Renault, enfrenta problemas mecánicos y una inestabilidad crónica en su liderazgo, con siete directores en diez años. Briatore, ahora también director tras la renuncia de Oliver Oakes, está decidido a revertir esta situación. Su plan incluye mejoras en el chasis y la aerodinámica, así como la incorporación de motores Mercedes en 2026. En este contexto, Colapinto no solo es un piloto prometedor, sino también un imán para patrocinadores argentinos, como Globant, que podrían inyectar el capital necesario para sostener al equipo.
La relación entre Briatore y Colapinto trasciende lo profesional. El argentino, que se mudó a Mónaco con la ayuda del italiano, incluso compartió un asado con el hijo de Briatore, Falcon Nathan, en un gesto que refleja su cercanía. Esta conexión, sumada al respaldo de Luca de Meo, CEO de Renault, fortalece la posición de Colapinto. Sin embargo, la presión es enorme: debe aprovechar las cinco carreras para demostrar que puede ser el “actor principal” en la próxima “película” de Alpine, como lo fueron Schumacher y Alonso. Con la grilla de 2025 más competitiva que nunca, el futuro de Colapinto en Alpine es un giro intrigante que promete emociones fuertes.