“ÉL HIZO TRAMPA”: Naoya Inoue se enfurece sin parar, muestra sus tarjetas y acusa a Nick Ball de hacer trampa en la polémica de 25,1 millones de dólares.
Tokio, Japón – 2 de mayo de 2025 — La sensación del boxeo japonés, Naoya Inoue, estalló de furia tras un polémico combate con el retador británico Nick Ball, acusándolo de hacer trampa y calificando al arbitraje de “vergüenza para el deporte”. El explosivo arrebato posterior al combate se produjo pocas horas después de que Inoue sufriera una impactante derrota en una pelea de alto riesgo que le costó un posible pago de 25,1 millones de dólares en patrocinios y bonificaciones.
El combate, celebrado en Las Vegas, terminó con una ajustada decisión dividida a favor de Ball. Pero lo que desató la indignación no fue solo la derrota en sí, sino la forma en que se desarrolló. Inoue, conocido mundialmente como “El Monstruo” por su racha invicta y su precisión quirúrgica, cree que le robaron.
“Hizo trampa. Hicieron trampa. Esto fue planeado”, gritó Inoue en la conferencia de prensa posterior a la pelea, golpeando el podio con la mano mientras mostraba las tarjetas de los jueces. “¿Cómo pueden dos jueces anotarle 115-113 si yo conecté dos golpes y controlé el ring durante nueve asaltos?”
Las redes sociales estallaron en cuestión de minutos, con aficionados y analistas divididos sobre el resultado. Las repeticiones a cámara lenta compartidas en línea parecen mostrar varios abrazos cuestionables, posibles cabezazos e incluso un momento en el que la esquina de Ball pareció retrasar el inicio de un asalto.
Nick Ball, por su parte, mantuvo la calma en sus declaraciones tras la victoria. «Fue una pelea difícil. Inoue es uno de los mejores del mundo, pero creo que hice lo necesario para ganar. Si quiere la revancha, estoy listo cuando y donde quiera».
Sin embargo, Inoue no se rinde. Su equipo ha presentado formalmente una protesta ante la Comisión Atlética del Estado de Nevada, solicitando una investigación exhaustiva sobre el arbitraje y la posible falta del esquinero de Ball.
El promotor de boxeo Bob Arum intervino, calificando la decisión de “polémica, pero dentro de los límites de la subjetividad”. Sin embargo, fuentes cercanas a Inoue afirman que el boxeador se siente traicionado no solo por el resultado, sino por el sistema en general, que, según él, está contaminado por la política y el favoritismo.
Esta pelea estaba destinada a ser un momento decisivo para la carrera de Inoue, con múltiples opciones para unificar títulos y acuerdos de patrocinio internacionales en juego. Con esta derrota, muchas de esas oportunidades están ahora en peligro.
Está por verse si la protesta resultará en una revancha o incluso en una reversión, pero algo está claro: Naoya Inoue no se queda callado. Y el mundo del boxeo lo observa de cerca.